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No hay más artículos en su carrito- El Calzador de Sueños
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Y es que más allá de VIVANT (vivir en francés) ¡hay un calzadordesuenhos@vivant.es! Cada paso de mi vida y mi trabajo me han llevado a conocer personas, lugares y vivencias que inspiran mi día a día hoy.
La vida pasa rápido, muchas veces en automático, sin saber a dónde vamos y mucho menos a donde ir.
El día a día, la rutina, el trabajo… nos hacen perder la ilusión y todos los sueños que en su día tuvimos, van desapareciendo con los años.
Y es que tener tu listado de sueños preparado, con un plan para trabajarlos y conseguirlos es clave para ¡disfrutar de la vida!
Hace unas semanas, tuve una preciosa conversación sobre esto mismo con un matrimonio que conocí andando por la cubierta del Bellísima.
Eran las 6 de la mañana y tras un café, me puse los cascos; el amanecer, el aire frío del mar sobre mi pelo, los colores del cielo… todo hacia que este nuevo paseo fuera más especial.
En unos minutos me di cuenta de que no estaba sólo; una pareja me acompañaba y en pocas vueltas, conseguí unirme a ellos.
Y es que otro de los placeres de los viajes para mí es conocer gente nueva; soy de esas personas que toma la iniciativa para conectar, entablar conversación y sorprenderme descubriendo con qué prisma ven el mundo.
Zapatilla de Casa Everest Katrina Beig
"Que nunca te de miedo vivir tu vida"
Como buen “calzadordesuenhos@vivant.es” empiezo hábil con pequeñas preguntas: ¿de dónde sois?, ¿a qué os dedicáis? ¿y qué os ha traído aquí?
¡Y es que una sonrisa y un gesto de interés hace que nos sintamos escuchados dando pie a grandes conversaciones con las que en poco tiempo puedes llegar a conocer a alguien e incluso lo que está viviendo esa persona!
La vida nos da experiencia y hace que cada uno, con la misma edad la viva y disfrute de distintas formas.
Esta conversación activó mi radar de sueños. Para mi asombro descubrí que el ajetreo de la vida en la que vivimos les había hecho abandonar su lista de sueños. Se habían acomodado y ese viaje era el primer acto consciente que hacían para volver a empezar a vivir y disfrutar de una nueva etapa.
¡Se veían mayores para hacer algunas cosas! ¡Y tenían mi edad!
¿Cómo podemos dejar de soñar? ¡Tener miedo a vivir!
Rápidamente me dispuse a compartir con ellos mi lista de sueños: lugares donde ir, gente a la que conocer, cosas por hacer.
A lo largo de los 7 días seguimos viéndonos cada día en cubierta a las 6 de la mañana andando y compartiendo ese café; me llevo una bonita amistad y esa vivencia de calzador que siempre saco cuando alguien se cruza en mi camino
Pd: cuando llegue a casa le mande un precioso paquete con sus vivantitas. Tenía claro que elegir para ellos.
Que nunca te de miedo vivir tu vida.
Dicen que somos el resultado del 80% de las acciones que vemos y hacemos, por lo que leer este mensaje cada noche al llegar a casa y al levantarte, te dan fuerza para seguir siempre, con una sonrisa adelante.
¿Y tú? ¿Tienes sueños? Te escuchamos...
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